Por Rafia Nasir
El cáncer es una experiencia complicada y puede afectar considerablemente a su bienestar mental. La gestión de las emociones a lo largo del proceso oncológico es fundamental para mantenerse positivo y centrado en la recuperación. Ahí es donde entra en juego la inteligencia emocional.
El concepto de inteligencia emocional implica reconocer cómo te sientes, entender por qué te sientes así y aprender a manejar esas emociones con eficacia. Además, implica estar en sintonía con los sentimientos de los demás y responder a ellos con compasión y comprensión.
¿Cómo le ayuda exactamente la inteligencia emocional en los distintos momentos de su experiencia con el cáncer? ¿Y cómo puede desarrollar su propia inteligencia emocional? Siga leyendo para descubrirlo.
Cómo puede ayudarle la inteligencia emocional
Cómo afrontar su diagnóstico:
Recibir un diagnóstico de cáncer puede suscitar diversas emociones como conmoción, miedo, ansiedad, tristeza, ira, incertidumbre y aislamiento. Cultivar la inteligencia emocional puede mejorar su estabilidad emocional, lo que le permitirá tomar decisiones informadas sobre las opciones de tratamiento y los resultados esperados.
Gestión del tratamiento:
La inteligencia emocional le ayuda a superar los efectos secundarios del tratamiento y a tomar decisiones informadas sobre la atención sanitaria. Te permite reconocer el impacto emocional de los efectos secundarios y también te ayuda a tomar medidas proactivas para practicar el autocuidado de forma eficaz.
Abrazar la supervivencia:
La inteligencia emocional puede ayudarle a superar los retos emocionales de ser un superviviente de cáncer, como el miedo a la reaparición y la incertidumbre sobre el futuro. Le permite Reconocer sus emociones, explorar las causas subyacentes y desarrollar estrategias saludables para afrontarlas.
Cómo ser emocionalmente inteligente a lo largo de su experiencia con el cáncer
Ahora que ha visto algunos ejemplos de cómo la inteligencia emocional puede ayudarle durante su experiencia con el tratamiento del cáncer y más allá, tal vez se pregunte cómo cultivar la inteligencia emocional usted mismo. Estas son algunas estrategias que pueden ayudarlo a desarrollar la inteligencia emocional para ayudarlo durante el diagnóstico, el tratamiento y la supervivencia del cáncer.
Aprende a reconocer tus emociones: Presta atención a tus emociones y aprende a reconocerlas y etiquetarlas con precisión. Practica ejercicios de atención plena, como la respiración concentrada o la meditación de escaneo corporal, para observar tus emociones sin juzgarlas. Por ejemplo, puedes dedicar unos minutos al día a concentrarte en tu respiración, notando cada inhalación y exhalación. Cuando surjan emociones difíciles, intente respirar profundamente o hablar en positivo para experimentar sus emociones de forma no dañina. SurvivingBreastCancer.org ofrece una videoteca de biblioteca de vídeos de meditaciónasí como programas virtuales de meditación y atención plena.
Infórmese sobre el cáncer: Conectándose con profesionales sanitarios, escuchando activamente y preguntas pertinentes para comprender mejor su enfermedad y su tratamiento, usted participa en un proceso que cultiva la inteligencia emocional. Estar bien informado le permite anticiparse a posibles retos, prepararse emocionalmente y desarrollar estrategias de afrontamiento eficaces.
Practica el autocuidado: Cuídate física y emocionalmente durmiendo lo suficiente, siguiendo una dieta sana y haciendo haciendo ejercicio regularmente. Considere la posibilidad de incorporar la meditación o el yoga a su rutina para controlar el estrés y la ansiedad. Practicar aficiones y actividades agradables pueden mejorar su estado de ánimo y ayudarle a sentirse más resistente emocionalmente.
Cultivar la paciencia y la empatía: Aprende a escuchar de verdad y a comprender las perspectivas de otras personas, así como situaciones que escapan a tu control. Por ejemplo, en lugar de frustrarse por los retrasos en los resultados de las pruebas o en las citas, intente comprender los motivos, como que su caso es complicado o que su médico tiene más pacientes. Si demuestra paciencia, podrá cultivar una relación productiva con su profesional sanitario, mejorar la comunicación y reducir la sensación de aislamiento.
Construye relaciones positivas: Rodéate de personas que te animen y apoyen y evita las relaciones negativas o agotadoras. Considere la posibilidad de asistir a reuniones de grupos de apoyo. SurvivingBreastCancer.org organiza reuniones semanales entre iguales abiertas a cualquier persona diagnosticada de cáncer de mama, además de reuniones específicas para las comunidades de cáncer de mama metastásico (CMM) e inflamatorio (CMI).
Establecer objetivos y encontrar un propósito en la vida: Tener un propósito puede darte una razón para seguir adelante y mantenerte motivado, incluso en momentos difíciles como el cáncer. Por ejemplo, puede considerar la posibilidad de trabajar como voluntario en su comunidad, recaudar fondos para una organización benéfica, participar en programas de concienciación, plantar un árbol o un jardín, o tejer mantas para un refugio local. Tener un propósito puede esperanza y ayudarle a centrarse en algo positivo. También puede ser una forma eficaz de conocer gente nueva y entablar relaciones significativas.
Identificar los desencadenantes de emociones difíciles: Como hemos comentado antes, el diagnóstico de cáncer, el tratamiento y la supervivencia conllevan muchos retos emocionales. Puede afrontarlos identificando a las personas, situaciones o pensamientos que desencadenan sus emociones difíciles. Puede ayudarse a sí mismo dejando de creer mitos y conceptos erróneos sobre el cáncer evitando el negativasy relacionándote con personas positivas.
La inteligencia emocional es una herramienta poderosa que puede utilizar a lo largo de su experiencia con el tratamiento del cáncer y más allá. Con la inteligencia emocional, puede practicar el manejo de sus emociones, tomar decisiones informadas sobre el tratamiento, superar los desafíos de la supervivencia y fomentar las relaciones positivas. En última instancia, cultivar la inteligencia emocional y desarrollar estas prácticas puede ayudarle a mejorar su bienestar emocional y su resiliencia.
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Biografía del autor:
Rafia Nasir es licenciada en Farmacia y tiene una amplia experiencia clínica y oncológica. Trabajó durante cuatro años como farmacéutica clínica en oncología médica en un hospital militar de Pakistán con certificación ISO. Su experiencia como farmacéutica clínica le ayuda a comprender el tratamiento del cáncer y la importancia de la atención individualizada.
Actualmente trabaja como redactora médica sobre el tratamiento y la investigación del cáncer. Gracias a su experiencia clínica, es capaz de traducir información médica compleja a un lenguaje sencillo para ayudar a los pacientes a entender mejor su enfermedad y las opciones de tratamiento. Con su trabajo, pretende tender un puente entre la experiencia médica y la comprensión del paciente.
Con un fuerte enfoque en la educación del paciente, se compromete a ayudar a los pacientes y sus cuidadores a abordar las complejidades del tratamiento del cáncer con confianza y esperanza.
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