Por Robin Castle-Hine
Nunca olvidaré el dÃa que fui a hacerme una mamografÃa rutinaria en octubre de 2022. Sin ninguna preocupación en el mundo, esperaba salir y volver al trabajo, donde llamarÃa a mi madre y le dirÃa que me habÃa hecho mi mamografÃa anual. Verás, yo no era la mejor para hacérmela anualmente, y a mi mamá se la habÃan diagnosticado cuatro años antes.
Después de mi mamografÃa, menmediatamente después, Natalie, la técnica, me hizo una ecografÃa. Me pidieron que me sentara en otra sala, a la que me habÃan enviado años antes cuando encontraron algo sospechoso. En aquel momento no le di demasiada importancia. Me preocupaba más que me dijeran: "Ya está", para poder volver al trabajo.
Natalie volvió y me pidió que la siguiera a otra sala. Una vez dentro de la sala de ecografÃas, vi a una doctora esperando para hablar conmigo. Me hizo tumbarme y me hizo otra ecografÃa antes de decirme que tenÃan que hacerme una biopsia. Le dije inmediatamente: "No, gracias". Le expliqué que me habÃan hecho una biopsia en el otro pecho hacÃa varios años y que no querÃa que me la volvieran a hacer. La doctora fue muy amable e intentó explicarme por qué era tan importante. Básicamente me dijo: "Parece cáncer y tenemos que sacártelo".
Natalie fue increÃble y se mantuvo positiva conmigo todo el tiempo. El médico me animó encarecidamente a que programara la biopsia, pero tuve tiempo para pensármelo, ya que ese dÃa estaba todo ocupado. Volvà a decirles que no querÃa hacerme la biopsia, y me dejaron ir diciendo que realmente esperaban que lo reconsiderara.
Me negué a pensar mucho en ello y seguà trabajando. Me llamaban todos los dÃas para preguntarme si estaba lista para programar. Me frustré tanto que les dije por teléfono que no volvieran a llamarme hasta pasados unos dÃas. Necesitaba tiempo para asimilarlo. Creo que fue entonces cuando me di cuenta de que podÃa tratarse de un cáncer.
En ese momento empezó todo para mÃ...
Si fuera cáncer, ¿qué harÃa al respecto? ¿Qué gravedad tendrÃa? ¿Qué tratamientos me ofrecerÃan y qué aceptarÃa o rechazarÃa? Se me pasaban tantas cosas por la cabeza. SabÃa que tenÃa que tomar una decisión antes de que me dieran opciones. Era mi forma de mantener el control de todo.
Unos dÃas después me llamaron y me dijeron: "Espero que ahora sea un buen momento". Me reà un poco y dije "Nunca es un buen momento, pero gracias por tener paciencia conmigo. Estoy lista para programar la biopsia". La biopsia se programó para la semana siguiente y todos los que me ayudaron fueron increÃbles. Cuando terminó, la doctora me dijo que, independientemente de los resultados, tenÃa que ver a un cirujano para que me lo extirpara. Me lo dijo más de una vez. Estaba segura de que era cáncer.
Dos dÃas después, mientras cenaba con mi marido, sonó mi teléfono. MyChart tenÃa un mensaje para mÃ. Mi marido estaba hablando, pero yo no oÃa nada de lo que decÃa. Me quedé pensativa, ¿deberÃa abrirlo? SabÃa que una vez que lo abriera, no habrÃa vuelta atrás. No estoy segura de cuánto tiempo estuve allà sentada preguntándome si debÃa abrirlo o esperar a que termináramos de cenar.
Después de lo que me pareció una eternidad, y mientras mi marido seguÃa hablando, abrà el teléfono para leer el mensaje. Carcinoma ductal invasivo (CDI). Debà de contener la respiración mientras leÃa, porque solté un gran suspiro y mi marido me preguntó: "¿Qué te pasa?". Le acerqué el teléfono y apoyé un momento la cabeza entre las manos. Él lo leyó, me miró y me dijo: "No pasa nada, saldremos de esta". Fue en ese momento mi vida cambió para siempre.
Al dÃa siguiente, estaba en el trabajo cuando me llamó una enfermera asesora. Se llamaba Kelsey y era muy amable y paciente. La dejé hablar y le dije que no pasaba nada; yo lo sabÃa todo sobre el cáncer de mama, ya que habÃa recorrido este camino con mi madre, que habÃa tenido el mismo cáncer en el mismo pecho cuatro años antes. Eso no le importaba, ella estaba allà para cuidarme.
El problema era que no querÃa que nadie cuidara de mÃ. Estaba enfadado.
Kelsey me consiguió cita con el cirujano para una tumorectomÃa, que era dentro de dos meses. No me importó la espera, porque estaba intentando averiguar cómo iba a ocuparme de todo. TenÃa que lidiar con el cáncer, seguir trabajando todos los dÃas, cuidar de mi familia como siempre y ver a mi hijo menor graduarse en la universidad. Realmente no tenÃa tiempo para el cáncer en mi vida.
Probablemente pienses que estoy loca, pero asà es como me sentÃ. La presión que sentà en ese momento fue increÃblemente dura.
Mi cáncer se detectó pronto y era muy tratable. Me diagnosticaron IDC en estadio 1. Me recomendaron una tumorectomÃa y radioterapia. Me recomendaron una tumorectomÃa y radioterapia, y eso es lo que hice. Me hice la tumorectomÃa en enero y empecé la radioterapia en marzo. Tuve varios problemas después de la operación. Me tuvieron que drenar un seroma (acumulación de lÃquido) tres veces después de la operación antes de que pudieran empezar la radiación. Esto me frustró hasta que me di cuenta de que no podÃa hacer nada al respecto.
Cuando llegó la hora de la radiación, hice 20 rondas y las cuatro últimas fueron "refuerzos". A la tercera semana ya estaba cansada. No tenÃa sueño, pero estaba muy cansada. Todos los dÃas iba a la radioterapia antes de ir a trabajar. Cuando terminaba la jornada laboral, estaba agotada.
Cuando llegaba a casa, intentaba lavar la ropa o pasar la aspiradora, y luego me iba directamente a la cama. No querÃa dormir; simplemente NO tenÃa energÃa para hacer nada, y creo que fue entonces cuando caà en la depresión. Los fines de semana me quedaba en la cama. Aparte de un viaje a la tienda de comestibles el sábado para asegurarme de que habÃa comida en la casa para todos, no hacÃa mucho más que trabajar y quedarme en la cama. Durante ese tiempo engordé 25 libras.
Unos siete meses después, mi médico se dio cuenta de que mi vitamina D era extremadamente baja. Desde entonces, tomo la pÃldora semanal de 50.000 UI una vez a la semana. Voy por el sexto mes de tomarla. Mis niveles han aumentado y mi fatiga ha mejorado. Ojalá mi médico me hubiera hecho la prueba antes.
Me conmovió que algunas personas se acercaran a mà con tarjetas, mensajes, regalos, oraciones, etc. Lo que me dejó completamente alucinada fue que muchos "amigos" y algunos familiares nunca pensaron dos veces en mÃ. Me sentÃa sola.
Cuanto más tiempo pasaba, más me enfadaba con todo el mundo. Me alejé de casi todo. Supongo que necesitaba demostrarme a mà misma que no necesitaba a nadie y que querer que los demás estuvieran ahà no era justo ni para ellos ni para mÃ. Nunca deberÃas tener que preguntarte si cuentas con el apoyo de tu familia o de tus amigos. DeberÃa darse por sentado. Pues yo no lo tenÃa. Mi marido incluso dejó de querer mantener conversaciones conmigo. Para ser justos, él tenÃa muchas cosas en su vida con las que yo seguÃa apoyándole, pero no podÃa ver más allá de lo que él tenÃa para ayudarme con lo que yo tenÃa. Si soy sincera, me dolió mucho.
Mis hijos solo sabÃan que yo era la madre "fuerte" que estaba bien. Siempre fui la madre fuerte que ayudaba a todo el mundo sin pedir nada a cambio. Aunque ya son mayores, no puedo culpar a mis hijos porque, sinceramente, nunca me han visto necesitar nada.
A medida que avanzaba el verano, mis horas de trabajo aumentaron (lo cual es normal). Estoy muy cansada y no sé de dónde saco la energÃa para pasar los dÃas, pero lo hago sin tener que pedir ayuda. Esto me hace feliz pero, por dentro, ya no soy esa persona divertida, enérgica y cariñosa que era antes. Estoy vacÃa. En esto se ha convertido mi vida. Soy una persona enfadada que no tiene nada que esperar. Parezco la misma por fuera, pero estoy vacÃa por dentro. Esta es mi nueva normalidad.Â
Si te sientes frustrado al leer esto, imagina que eres yo. No me quejo, sólo cuento mi historia. Estoy enfadada, estoy frustrada, ya no me importa, estoy dolida, estoy vacÃa. Tuve cáncer y eso me cambió.Â
Por ahora, trabajaré para volver a preocuparme. Sigo queriendo a mi familia, incluso a los que más daño me hacen. He aprendido que tus amigos no son realmente tus amigos, que a tu trabajo no le importa si estás enfermo, que tus médicos siguen un plan escrito para todos, sin tenerte nunca en cuenta como individuo y que el vacÃo que tengo puede que nunca desaparezca.
En el lado positivo de las cosas, ya no me preocupo por todo, he aprendido a descansar cuando lo necesito, dejo pasar la mayorÃa de las cosas incluso cuando estoy irritada, y he aprendido que realmente no necesito a nadie. Puedo hacer la mayorÃa de las cosas sola.Â
¿Tengo cáncer? No, tuve cáncer. ¿Cuál es la diferencia? Muchas cosas salieron bien y muchas cosas salieron mal. Digo con gran confianza que yo ya no soy la misma persona. Soy diferente en tantos aspectos que a veces ni siquiera me reconozco. No me preocupa el cáncer ni si va a volver, pero sà lo que ha hecho con mis relaciones y mi salud mental. Me dijeron que hasta que no llorara y tuviera algo de miedo, nunca sanarÃa. Supongo que también estoy esperando ese momento y me pregunto por qué no me ha llegado todavÃa.
Nunca acepté que yo importaba en el mundo del cáncer hasta que encontré SurvivingBreastCancer.org's jueves por la noche de SurvivingBastCancer.org. Siempre habÃa pensado que, como mi diagnóstico no era peor, no tenÃa derecho a sentirme como me sentÃa. Una vez que me unà al grupo y escuché a los demás, me di cuenta de que sà importo. Todos tenemos diferentes batallas contra el cáncer, y mentalmente creo que es duro para todos nosotros. La forma en que las mujeres se apoyan unas a otras, pase lo que pase, es sencillamente increÃble. Este grupo me permitió deshacerme de parte de mi rabia y abogar por mà misma incluso cuando creÃa que no valÃa la pena. Le debo mucho a un grupo de "desconocidos" por ayudarme a "sentir" de nuevo. No estoy curada, pero intento ser la mejor versión de mà misma que puedo ser.
Más información:
En el Podcast: Conversaciones sobre el cáncer de mama
Descubriendo tu propósito divino con la Dra. Sophia Edwards-Bennett
Comparta su historia, poesÃa o arte:
Sobrevivir al cáncer de mama.org Recursos y apoyo: