Por Taylor McKnight
La fisioterapia suele ser lo último en lo que piensa la gente cuando recibe un diagnóstico de cáncer. Sin embargo, es una parte esencial de su plan de tratamiento que mejora su calidad de vida y le permite retomar sus actividades habituales con mayor rapidez. La mayoría de los hospitales cuentan con fisioterapeutas especialmente formados para pacientes con cáncer que pueden ayudarle a lo largo de todo el proceso.
Siga leyendo para conocer los retos relacionados con el tratamiento que puede abordar la fisioterapia, los tipos de rehabilitación disponibles y otras consideraciones a largo plazo para quienes han recibido tratamiento contra el cáncer.
¿Por qué es importante la fisioterapia durante y después del tratamiento del cáncer?
Los tratamientos contra el cáncer, como la quimioterapia, la cirugía y la radioterapia, pueden afectar a su bienestar de formas que quizá no haya tenido en cuenta. Muchos tratamientos contra el cáncer pueden causar debilidad muscular, mayores dificultades para mantener el equilibrio y una menor amplitud de movimiento. La fisioterapia es esencial para su proceso de recuperación y puede ayudarle a recuperar la fuerza y la función física. Su fisioterapeuta puede trabajar con usted para crear un plan de cuidados que se ajuste a su proceso de curación y a sus objetivos individuales.
El tratamiento del cáncer no sólo afecta a su salud física, sino también a su bienestar mental. Muchos supervivientes de cáncer sufren depresión y ansiedad incluso después de haber terminado el tratamiento. El ejercicio es una forma eficaz de combatir los efectos secundarios del tratamiento y de influir positivamente en su salud mental. Además, algunas investigaciones han demostrado que la actividad física y el ejercicio regulares pueden incluso reducir el riesgo de reaparición del cáncer.
¿Qué tipo de rehabilitación se ofrece paralelamente al tratamiento del cáncer?
Existen varios tipos de rehabilitación que puede recibir junto con la atención oncológica. La mayoría de los planes incorporarán algún tipo de rehabilitación física, así como servicios de terapia ocupacional, patología del lenguaje y rehabilitación profesional. Cada componente es esencial para ayudar a mejorar su calidad de vida y que pueda retomar las actividades que más le gustan.
Fisioterapia: Tu fisioterapeuta puede ayudarte a recuperar la fuerza, la resistencia, la flexibilidad y la movilidad una vez finalizado el tratamiento. Muchos también ofrecen tratamiento para el dolor, mientras que algunos se especializan en el tratamiento de afecciones como el linfedema.
Terapia ocupacional: Los terapeutas ocupacionales desempeñan un papel esencial ayudándole a reanudar sus actividades cotidianas habituales. Estas actividades pueden incluir bañarse, vestirse y volver al trabajo. Dedican mucho tiempo y esfuerzo a mejorar la fuerza y el funcionamiento del brazo, así como la amplitud de movimiento.
Patología del habla y el lenguaje: Algunos supervivientes de cáncer luchan con la comprensión y expresión del lenguaje. Otros pueden tener dificultades para tragar alimentos o bebidas. Un logopeda puede ayudar con la comunicación, las habilidades cognitivas y los trastornos de la deglución.
Especialista en rehabilitación profesional: Muchos supervivientes de cáncer acaban volviendo al trabajo. Los especialistas en rehabilitación profesional evalúan cuándo es el momento adecuado para volver a trabajar y cómo lograrlo. Pueden recomendar equipos especiales u orientar a quienes deben encontrar una nueva línea de trabajo.
Aunque esta no es una lista exhaustiva de los servicios de rehabilitación, son los que utilizan la mayoría de los supervivientes de cáncer. Cada servicio es fundamental para ayudarle a mejorar su calidad de vida y su bienestar físico. Seguir sus indicaciones y acudir a cada cita puede suponer una gran diferencia en cómo se siente después de recibir tratamiento contra el cáncer.
Otras cosas a tener en cuenta tras el tratamiento del cáncer
Muchos supervivientes se sienten intranquilos y preocupados por un futuro incierto después del cáncer. futuro incierto después del cáncer. Algunos temen que el cáncer reaparezca y creen que no están haciendo lo suficiente para estar atentos a las señales de alarma. Además, muchos siguen experimentando síntomas negativos asociados al tratamiento, incluso después de que éste haya finalizado. Por lo general, muchos supervivientes siguen padeciendo insomnio, fatiga, pérdida de memoria, dolor, neuropatía y angustia emocional.
Es esencial reconocer que todos estos temores y preocupaciones son válidos. Compartir estas preocupaciones con un ser querido o unirse a un grupo de apoyo también puede aliviarle. El apoyo es inestimable en esta fase de la recuperación, e incluso puede buscar ayuda profesional para abordar sus preocupaciones. Además, si problemas con la dietaun dietista titulado puede ayudarle a alcanzar los objetivos nutricionales necesarios para obtener los mejores resultados.
Recuerde que la experiencia de cada persona con el cáncer es única, pero apoyarse en la ayuda de otros supervivientes y seres queridos es fundamental para mantener la salud mental después del tratamiento. Tómese las cosas día a día y sea amable consigo mismo durante todo el proceso. Manténgase al día con sus revisiones periódicas y diga siempre lo que piensa si algo no va bien. Nadie conoce su cuerpo mejor que usted, y encontrar al médico adecuado que escuche sus preocupaciones puede salvarle la vida.
Escrito por Taylor McKnight, Autor para Centro de Terapia y Equilibrio FYZICAL
Nota: Este artículo tiene por objeto proporcionar información general y no sustituir el asesoramiento médico profesional. Comente siempre sus opciones con su profesional sanitario.
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