Por Trudy TrybulskiÂ
En 2016, tenÃa 63 años y no hacÃa mucho que me habÃa jubilado. Noté un cambio en la forma de mi pecho izquierdo y fui a ver a mi médico, que rápidamente me derivó al hospital donde me hicieron una mamografÃa y una biopsia. Tres semanas después se confirmó que tenÃa cáncer de mama. Las muestras de tejido mostraron que tenÃa un carcinoma ductal invasivo (cáncer de mama) en estadio 3, grado 3. Recibà el tratamiento que acompaña a este tipo de diagnóstico: tumorectomÃa, tres ciclos de quimioterapia con FEC (fluorouracilo, clorhidrato de epirubicina y ciclofosfamida), tres ciclos de quimioterapia con docetaxel, tres semanas de radioterapia, terapia dirigida con Herceptin y terapia hormonal con letrozol. Empecé a pasearme por los hospitales como una enferma de cáncer profesional.
Cinco años después, en 2021, me diagnosticaron una recurrencia del mismo cáncer en el mismo pecho que también estaba en estadio 3, grado 3. Mi oncólogo recomendó una mastectomÃa de mama izquierda, pero hice un caso para tener una mastectomÃa doble ya que sabÃa que no me las arreglarÃa muy bien con un solo pecho grande. Rechacé la quimioterapia y el Herceptin, pero acepté las infusiones de ácido zoledrónico y el letrozol tras la doble mastectomÃa.
No me arrepiento en absoluto de la doble mastectomÃa. SabÃa que mentalmente no me las arreglarÃa bien con un solo pecho, implantes o cualquier reconstrucción. Tres años después de la mastectomÃa, tengo un tatuaje increÃble que cubre los pechos que me faltan y las cicatrices. Nunca me habÃa hecho un tatuaje. A mis 70 años me he convertido y me encanta mi nueva parte superior del cuerpo. Me ha dado confianza y alegrÃa. Yo misma diseñé el tatuaje trabajando con un tatuador increÃble. Creó algo inspirador que que cuenta una historia única sobre los hilos de mi vida..
Mi experiencia con el cáncer ha mejorado mi vida. He hecho cambios en las personas con las que vivo, convirtiendo mi propia casa en un santuario de paz y seguridad. Me he rodeado de amigos y vecinos increÃbles. Mi familia me ha apoyado, pero también hemos desarrollado nuestra ya relación fuerte y afectuosaYo dirÃa que con un amor y una comprensión más profundos de la importancia que tenemos el uno para el otro. También he dejado a gente en el camino, personas que querÃan drenar mi positividad o me ofrecÃan más estrés.
Actualmente estoy luchando contra los efectos secundarios de los fármacos, en particular del letrozol. Me está afectando a las articulaciones y los músculos. Es difÃcil vivir con dolores constantes, asà que ha llegado el momento de aumentar mi resistencia. Mi plan es volver al gimnasio y hacer más ejercicios con pesas. Quiero volver a sentirme bien. He decidido dejarme crecer el pelo, lucir mis tatuajes y permitirme florecer... Bueno, ése es el plan. Por suerte, me encantan el deporte y la natación, ¡pero también el chocolate y el vino!
El cáncer de mama o cualquier otro cáncer no tiene por qué significar el final de una vida plena.. SÃ, puede causar dificultades y finales duros para algunos. Supongo que se trata de aprovechar al máximo lo que tienes y quién eres, y celebrar las cosas buenas de tu vida. Sé que suena a tópico, pero como persona afectada por el cáncer, me siento con derecho a decirlo. Muchos me han dicho cosas como: "PodrÃa atropellarte un autobús" o "Todos tenemos que morir alguna vez". Estas afirmaciones realmente no ayudan, porque el autobús está justo delante de mi cara. He aprendido a entender el miedo que los demás sienten ante el cáncer, y les permito que me expresen ese miedo. Mientras observo la lluvia, tecleo esto con las muñecas doloridas por el sÃndrome del túnel carpiano, me maravillo de su belleza. Espero con impaciencia la llegada de la primavera y los placeres que nos traerá.
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