Ayer, jueves 22 de abril, se celebró el 51º aniversario del Día de la Tierra. Lo que empezó en 1970 con más de 20 millones de estadounidenses pidiendo que se actuara para proteger nuestro planeta se ha convertido en la celebración mundial que conocemos hoy, con más de mil millones de personas en más de 190 países que celebran nuestro planeta y ponen de relieve el trabajo que hay que hacer para protegerlo.
La invención del automóvil y el aumento de la industria hicieron que los estadounidenses consumieran grandes cantidades de gasolina con plomo, humo, lodo y aire contaminado, sin pensar en cómo un medio ambiente contaminado amenaza la salud humana. La publicación del libro de Rachel Carson Primavera silenciosa de Rachel Carson, en 1962, sensibilizó a la opinión pública y despertó su preocupación por el medio ambiente, la contaminación y su relación con la salud pública.
¿Qué relación tiene esto con el cáncer de mama? Todos sabemos que alrededor del 12%, es decir, 1 de cada 8 mujeres en Estados Unidos desarrollará cáncer de mama a lo largo de su vida y, aunque los científicos han identificado muchos de los factores de riesgo que aumentan las probabilidades de que una mujer desarrolle cáncer de mama, todavía se sabe muy poco sobre las causas de que las células normales se vuelvan cancerosas. La mayoría de los expertos coinciden en que el cáncer de mama está causado por una combinación de factores genéticos, hormonales y ambientales.. De hecho, las pruebas citadas en un estudio de 2017 del Centro Nacional de Información Biotecnológica refuerza la conclusión de que la exposición a una amplia variedad de toxinas -muchas de las cuales se encuentran en cosas que comemos, bebemos, tocamos o respiramos- puede conducir a un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama.
¿Dónde estamos ahora? Una apreciación más profunda de cómo afecta el medio ambiente a la salud de las mamas y la importancia de la investigación en este campo, combinada con una sociedad cada vez más preocupada por la salud y el bienestar general, ha dado lugar, afortunadamente, a más estudios, como los siguientes El Estudio de las Hermanasy a que la gente adopte una postura más activa en cuanto a lo que se expone en su entorno.
Siga leyendo para saber más sobre los avances en la investigación, los estudios y las medidas que puede tomar para proteger no sólo nuestro medio ambiente, sino a usted mismo y a sus seres queridos.
El Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Medioambiental desempeña un papel de liderazgo en la financiación y realización de estudios sobre las formas en que la exposición medioambiental aumenta el riesgo de cáncer de mama. Identificar y reducir el contacto con los factores ambientales relacionados con el cáncer de mama ofrece enormes oportunidades para prevenir esta enfermedad. Más información.
Amamos nuestro planeta, ¿verdad? Así que protegerlo parece algo obvio. Breast Cancer Prevention Partners ha reunido algunas maneras fáciles de ayudarle a ser verde y mantener el planeta limpio. Ya que no tenemos planeta B, marquemos la diferencia y cuidemos el que tenemos. Más información.
Para aliviar realmente la carga que supone el cáncer de mama, la importante contribución de las sustancias químicas ambientales al desarrollo de la enfermedad debe ser parte integrante de las estrategias de prevención del cáncer. Más información.
Estado de la evidencia 2017: Una actualización de la conexión entre el cáncer de mama y el medio ambiente
Esta revisión examina los datos, cada vez más numerosos y convincentes, que relacionan la radiación y diversas sustancias químicas de nuestro entorno con la elevada incidencia actual del cáncer de mama. Más información.