Por Alexis Puthussery
¿Qué es un cuidador? La página Sociedad Americana del Cáncer define al cuidador como "la persona que con más frecuencia ayuda al paciente y no recibe remuneración por ello". Al igual que el paciente, los cuidadores sufren estrés y ansiedad, aunque no siempre lo demuestren. Por eso es importante prestar atención a la salud mental y el bienestar de los cuidadores, ya que realmente son los héroes anónimos.
Hay que reconocer que un diagnóstico de cáncer pasa factura a la persona diagnosticada y a todos los que la rodean. Padres, hermanos, amigos y otros seres queridos caen rápidamente en el papel de cuidadores y se ven inmersos en la intensidad de un diagnóstico de cáncer. Los cuidadores, más que nadie, asumen parte de esta carga debido al amor que sienten por el paciente. Cuidar de uno mismo como cuidador debe ser siempre una prioridad, especialmente cuando se ha decidido dar tanto de sí a otra persona.
También es importante destacar que valorar la experiencia del cuidador no devalúa ni descentra la experiencia del paciente. Esta es una cuestión que puede impedir a muchos cuidadores buscar ayuda cuando la necesitan. Cuando uno decide convertirse en cuidador (o a veces por defecto en el cuidador) acepta de buen grado el estrés mental y físico que conlleva.
Los estudios han demostrado que los cuidadores experimentan niveles significativamente más altos de ansiedad y depresión. Esto puede provocar síntomas como:
Dificultad para dormir
Mayor irritabilidad
Fatigarse con facilidad
Otras cuestiones que pueden afectar a la vida diaria del cuidador, y también a la calidad de los cuidados que puede prestar a su ser querido con cáncer
Además, estudios han descubierto que los cuidadores pueden sufrir TEPT tras el diagnóstico de cáncer a un ser querido. Por lo tanto, es importante prestarse más atención a uno mismo, como cuidador, para mantener el bienestar mental y físico. También se recomienda un sistema de apoyo sólido para el cuidador, aunque no necesariamente tiene que adoptar las formas tradicionales, como grupos de apoyo o terapia.
5 ideas para mantener la salud mental y el bienestar como cuidador
Saca tiempo para ti cada día, aunque sólo sean 15 minutos, encuentra tiempo para TI.
Aunque el cuidado de un enfermo conlleva nuevas funciones y responsabilidades, no se aísle de las actividades que le gustan. Si forma parte de una liga deportiva, un grupo de la iglesia o una sociedad local, siga participando, ya que descubrirá que esto aporta un nivel de normalidad en una época en la que controlar el cáncer parece imposible.
Haz ejercicio El ejercicio es un gran aliviador del estrés. Intenta dedicar 30 minutos al día a pasear con un amigo, coger una raqueta de tenis o hacer pesas. Mantenerte físicamente activo te ayudará a combatir la fatiga y a dormir mejor.
Desarrolle una "palabra clave". Es natural que el cáncer provoque estrés y, aunque usted y la persona diagnosticada tengan las mejores intenciones, es normal que las emociones se disparen. Si nota que la comunicación empieza a romperse, utilice su "palabra clave" como indicador de que necesita tomarse un tiempo y hacer una pausa. Esta estrategia desactivará inmediatamente la situación y le dará a usted y a su ser querido la oportunidad de reajustarse.
No cabe duda de que va a estar muy ocupado. Pero la preparación es la clave. Busca a un buen amigo o compañero y pídele que te llame una o dos veces por semana para ver cómo estás. Pídele que programe un recordatorio en su teléfono para que no se olvide. Cuando le llamen, hable de USTED, no de cómo está su ser querido o de cuándo es la próxima cita con el médico. Es una oportunidad para olvidarse del cáncer y charlar.
Cuando reflexionan sobre su etapa como cuidadores, muchos desearían haber haber pedido ayuda La "ayuda" puede adoptar muchas formas y es única para cada persona. Por ejemplo:
Pregunta a algún vecino si no le importaría venir a ayudarte con las tareas cotidianas, como fregar los platos, limpiar la casa o hacer la colada.
Pide a tus amigos que te ayuden a recoger o dejar a los niños en el colegio y en las actividades extraescolares.
Parece que hoy en día todo el mundo lleva comida a casa o la encarga por Internet. Si la gente se ofrece a ayudarte con la comida, asegúrate de informarles con antelación de tus preferencias alimentarias y de cualquier alergia.
Cuidar de uno mismo como cuidador no sólo es importante durante el trauma inicial de saber que un ser querido ha sido diagnosticado, sino también durante los meses y años venideros. Es habitual que el estrés y la ansiedad afloren en los momentos previos a las visitas al médico, las exploraciones y las citas médicas. Al igual que los cuidadores quieren estar ahí para la persona con cáncer, sus allegados quieren hacer lo mismo por ellos. Para hacer frente al cáncer es necesaria una comunidad fuerte, y esto se extiende también a la comunidad de cuidadores.
Si cuida de un ser querido enfermo de cáncer, ¿qué tipo de recursos le serían más útiles? Háganoslo saber para que podamos llenar el vacío existente en esta importante área de programación y servicios en SurvivingBreastCancer.org. Correo electrónico info@survivingbreastcancer.org con sus ideas.