Por Tara Coyote
Mi vida ha sido un camino irregular y ventoso, y agradezco cada oportunidad de crecimiento que se me presenta. Hace cinco años, mi mejor amiga desde hacía 19 años murió de leucemia. Tuve el honor de ser uno de sus principales cuidadores durante 22 meses, desde el diagnóstico hasta la muerte. Su muerte me ayudó a tomar conciencia de mi propia mortalidad.
Un año después de su muerte, me diagnosticaron cáncer de mama en estadio 3. Durante dos años y medio opté por un enfoque de curación exclusivamente natural y no tóxico. Durante este tiempo, dirigí un centro de retiro ecuestre donde la gente podía pasar tiempo de curación con caballos. Ocurrió un suceso muy desafortunado que me obligó a vender mi negocio, los caballos y el centro de retiro. Debido al inmenso estrés, el cáncer progresó a la etapa 4 en múltiples áreas de mi cuerpo.
Después de este evento que cambió mi vida, decidí mudarme de regreso a mi hogar ancestral de Kauai, Hawái, con la intención de sanar. En el invierno de 2019, tuve cáncer de mama, pulmones, hígado, columna vertebral, glándulas suprarrenales y cadera izquierda. Me derivaron a un hospicio. Estaba petrificada.
A medida que mi cuerpo iba empeorando, tuve que plantearme seriamente mi sistema de creencias y decidir si seguía apostando por la curación natural. ¿Iba a morir por mi obstinada decisión de no hacer quimioterapia o era lo suficientemente valiente como para hacer lo que más temía, que era la quimioterapia? Después de la muerte de mi mejor amigo, tuve que procesar una gran cantidad de traumas, lo que alimentó mi miedo a la quimioterapia. Elegí la vida.
La mente está hecha para ser cuestionada y los sistemas de creencias pueden cambiarse.
Acabé haciendo nueve meses de quimioterapia. En ese tiempo, terminé rompiéndome la cadera y tuve que someterme a una doble cirugía de cadera debido a la metástasis ósea. En febrero de 2020, ¡terminé el tratamiento con resultados extraordinarios! Desde entonces, sigo teniendo los análisis de sangre de una persona sana y normal. ¡Mis tomografías siguen teniendo resultados milagrosos y el cáncer sigue reduciéndose!
Soy muy consciente de lo frágil que es la vida. Vivir con un diagnóstico potencialmente mortal ha sido un reto, pero he aprendido el regalo más valioso. Ahora sé que cada momento que estoy viva es precioso. Agradezco de verdad mi hermoso cuerpo, espíritu, corazón y alma.
Suelen ser los momentos más difíciles los que nos hacen crecer y nos llevan a nuevos niveles de conciencia. Los diamantes nacen bajo presión. Sé que en la medida en que me enfrente a desafíos, recibiré a cambio ideas increíblemente valiosas. Elijo estar agradecida y disfrutar de cada momento.
Escribí un bestseller en Amazon titulado "Grace, Grit & Gratitude: A Cancer Thriver's Journey from Hospice to Full Recovery with the Healing Power of Horses", donde comparto mi historia. Puede encontrarlo en https://amzn.to/3lEJua3
Conecta con Tara en Instagram y Twitter: @taracoyote
Gracias por permitirnos compartir tu historia, Tara. ¡SBC te quiere!
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