Por Julie Maley
En el tranquilo tapiz de la vida, se desató una tormenta, Cayó la sombra del cáncer de mama, atrajo mis miedos. Una llamada de atención profunda, sacudió mi núcleo, De las funciones de cuidado a la búsqueda de la grandeza de la vida.
Durante años, mis dÃas fueron hilos tejidos de cuidado, Atendiendo a las necesidades de los demás, cargas que soportar. Preparándome para la edad de la gracia plateada, escondà mis sueños, sin dejar rastro.
Pero el destino, implacable, llamó a mi puerta, El espectro del cáncer de mama, una verdad por explorar. Susurraba incertidumbre, un giro del destino, La urgencia de vivir, no de dudar.
El miedo corrÃa por mis venas como el abrazo de un incendio, pero en sus garras encontré una nueva gracia. La inminente oscuridad esculpió un camino de luz, guiándome hacia la fuerza, encendiendo una lucha.
Los extraños desaparecieron, los amigos volvieron la cara, Pero en la oscuridad, el amor encontró un camino. Mi marido, firme, permaneció a mi lado, Un faro de esperanza, en quien podÃa confiar.
Durante dieciocho meses, su amor fue mi escudo, Mientras los tratamientos hacÃan la guerra, juntos sanábamos. Los susurros egoÃstas de otros se desvanecieron en el estruendo, Su cuidado un testamento, un amor sin pecado.
En la vulnerabilidad aprendà a ser fuerte. En el abrazo de la soledad encontré mi lugar. Dejé de ser una simple cuidadora en el gran juego de la vida y me convertà en una guerrera que aprovecha cada dÃa.
Las garras del cáncer de mama, un catalizador tan terrible, despertaron mi espÃritu, incendiaron mi alma. Ya no estaba definida por los caprichos y los planes de los demás.
Asà que dejemos que las cicatrices cuenten historias de batallas ganadas, Un recordatorio de fuerza cuando la oscuridad habÃa ganado. La sombra del cáncer de mama, me asustó ver, Que el verdadero regalo de la vida es la oportunidad de ser libre
Comparta su poesÃa:
Sobrevivir al cáncer de mama.org Recursos y apoyo: