Por Sara Kandler
Te llevo
como un pez al agua
herido y humillado
escalofrío
fregadero
tocar fondo
Invoco fuerza
desde dentro
empezar a retorcerse
a través de surcos dentados
una salmuera de algas infunde
mis agallas resecas
me mar
sostenme
Puedo respirar
Ahora me levanto
rumbo a barlovento
cabalga tus mareas agitadas
encaramado en lo alto de profundos cañones marinos
la luz del sol brillando en mi espalda desnuda
Tus alcobas retroceden lentamente
en delicados charcos
muy lejos
una fábula, un elixir, un escudo