El agotamiento de médicos (y enfermeros) está reconocido oficialmente desde hace años y supone una importante amenaza existencial para la seguridad del personal médico y el éxito del tratamiento de pacientes de todo el espectro. Las muertes por suicidio en la profesión médica alcanzan ya aproximadamente las 400 anuales sólo en Estados Unidos[1]. Según el informe Medscape Physician Lifestyle Report, casi "la mitad de los médicos experimentan agotamiento, siendo los servicios de urgencias, los cuidados intensivos y la medicina de familia los que registran las tasas más elevadas"[2].
Agotamiento durante COVID-19
La aparición de la COVID-19 sin duda ha exacerbado este fenómeno. Sin embargo, el burnout era bastante real, ya que el 79% de los médicos declaraban estar quemados antes de la pandemia[3]. Hay muchos factores que contribuyen a ello, como el excesivo papeleo y el tiempo de ordenador asociado a la práctica, pero hay muchos otros factores impulsores y facetas que influyen. Entre estas últimas se encuentran el perfeccionismo en relación con los rasgos de personalidad, las expectativas excesivas y los miedos, incluidos el fracaso, la pérdida de control y la exposición. Estas últimas cuestiones están asociadas a fuerzas internas, pero también hay muchas presiones externas. Por ejemplo, las largas jornadas laborales, la exigencia de atender a más pacientes en menos tiempo, las frustraciones de la red, el exceso de tareas burocráticas, los pacientes difíciles o poco realistas y la conciliación de la vida laboral y familiar.
El agotamiento de los médicos puede tener graves consecuencias: deterioro físico, problemas de pareja, adicción, ansiedad, depresión y el suicidio antes mencionado. Además, la calidad de la atención al paciente puede verse afectada negativamente, incluidos los errores médicos, la emisión de recetas y la satisfacción general del paciente.
Los signos de peligro del agotamiento del médico incluyen la negatividad, el agotamiento, la enfermedad y el desarrollo de malos hábitos.
Intervención en el Burnout Médico
El personal médico tiene varias formas de combatir el agotamiento y son similares al alivio de los cuidadores. Por ejemplo, cuidar de uno mismo en primer lugar - considere el último consejo de seguridad que da una azafata de avión en relación con el uso y la aplicación de las máscaras de O2 en caso necesario "Asegúrese de ponerse la suya primero, luego póngale una a su hijo, ser querido o vecino que necesite asistencia". Una nutrición adecuada y el ejercicio también desempeñan un papel importante a la hora de frenar la marea del agotamiento. Por último, dedique tiempo a sí mismo (recuerdo a una amiga íntima que me pedía que, en mi papel de cuidador de enfermos de cáncer, me asegurara de que encontraba tiempo para pasear, descansar y hacer ejercicio por mi cuenta. Siempre me dijo que era más valiosa como cuidadora cuando encontraba tiempo para relajarme.
Según la Agency for Healthcare Research and Quality (AHRQ), el Dr. Mark Linzer desarrolló una miniencuesta para que los médicos pudieran comprobar sus niveles de estrés y agotamiento. A partir de su investigación, el Dr. Linzer identificó tres intervenciones que podrían ayudar a aliviar el agotamiento de los médicos:
Programar reuniones mensuales de proveedores centradas en cuestiones de vida laboral o temas clínicos tras sondear a los miembros del personal sobre qué temas tratar.
Mejorar el funcionamiento del equipo mediante proyectos de mejora de la calidad de los cribados de diabetes y depresión para implicar al personal de la consulta, potenciar el trabajo en equipo y reducir la presión sobre los médicos para que sean responsables de todos los aspectos de la atención.
Hacer que los asistentes médicos introduzcan los datos de los pacientes en las historias clínicas electrónicas, hagan un seguimiento de los formularios y envíen faxes para que los médicos dispongan de más tiempo cara a cara con los pacientes[4].
El último consejo que recomendamos para vencer el agotamiento es reírse. Búscate una comedia en Netflix, quítate los zapatos, siéntate y sonríe. Reír puede ser el mejor antídoto contra el agotamiento.
Así que en tu próxima cita, cuando tus médicos te pregunten si te has caído recientemente o si hay algún cambio en tu lista de medicamentos, tómate un momento para preguntarle a tu médico cómo está, cuándo fue la última vez que se rió tanto que le dolía la barriga y por qué está agradecido hoy. Somos compañeros y estamos juntos en esto.
Referencias [1] Andrew, L.A., (2018), Suicidio médico, Medscape, https://emedicine.medscape.com/article/806779-overview [2] Martin, K. L., (2020). Informe sobre el estilo de vida y la felicidad de los médicos 2020: La brecha generacional, Medscape https://www.medscape.com/slideshow/2020-lifestyle-happiness-6012424#1 [3] Kane, L., (2021). Death by 1000 Cuts': Medscape National Physician Burnout & Suicide Report 2021, Medscape. https://www.medscape.com/slideshow/2021-lifestyle-burnout-6013456#4 [4] El agotamiento de los médicos, (2017). https://www.ahrq.gov/prevention/clinician/ahrq-works/burnout/index.html