Estoy a mitad del tratamiento de radioterapia (15/30). Hasta ahora todo va bien. No sabía muy bien qué esperar. Como todo, estaba investigando demasiado y preparándome para lo peor.
La radiación es un tratamiento local que sólo afecta a la zona de células irradiadas (a diferencia de la quimioterapia). En mi caso, utilizamos la radiación como parte de mi tratamiento preventivo y para estar más seguros de que el cáncer no reaparecerá. Al someterme a radiación, "matamos" cualquier célula cancerosa residual o sobrante que no se haya extirpado con la cirugía o que no haya "muerto" con la quimioterapia.
En general, tengo que decir que estoy respondiendo a la radiación bastante bien. La piel tiene buen aspecto y, después de 15 rondas, no estoy demasiado roja (todavía). ¡Me gusta dar las gracias a mis genes italianos por permitirme broncearme bien!
Aparte de la irritación cutánea, otros efectos secundarios son la fatiga. Aunque lo llevo bien, me canso y duermo la siesta cuando es necesario. En cualquier caso, ¡escucha a tu cuerpo, porque él sabe lo que hace!
Cuando se someta a radiación, es importante que hable con su médico sobre los pros y los contras. Como en cualquier tratamiento, hay que tener en cuenta un análisis de los beneficios. En mi caso, dado que se me iba a irradiar la mama izquierda y la zona de los ganglios linfáticos (que no sabía que llegaban hasta el hueso del color), había que analizar algunos factores de riesgo clave. Por ejemplo, el impacto de la radiación en mi corazón y mis pulmones me preocupaba mucho. Soy una persona muy activa y pienso seguir siéndolo durante mucho tiempo. No me apetece tener problemas de corazón y pulmones. Tampoco el posible desarrollo de linfedema u otro tipo de cáncer a largo plazo. Aunque hay algunos riesgos que controlar, no puedo perder de vista mi objetivo inicial, que es estar libre de cáncer y asegurarme de que el cáncer de mama no reaparece.
Como tal, radiación y adelante.
Hidratantes que recomiendo: