Por Jill Rackham
Nunca sabré lo que supuso para mis hijos recibir semejante noticia sobre su madre,
Contarles a mis hijos que me habían diagnosticado cáncer fue muy duro y, desde luego, nada divertido.
Mis palabras eran siempre objetivas y positivas,
Tenía que ser sincera, pero también quería hablar tan abiertamente.
Había sacudido su mundo con tantas incógnitas,
En un momento en que la vida era diferente como covid estaba en pleno apogeo.
Exploraciones, tratamiento y cirugía con noches en el hospital fuera de casa.
No se permitían visitas, así que sólo podíamos hablar por teléfono.
Durante mis luchas diarias en tiempos de mucha lucha,
No armaron ningún alboroto y siguieron tranquilamente con su vida.
Ser una buena madre es lo que todas queremos ser.
En algunos momentos me he sentido muy ausente y mis hijos, en cambio, han cuidado de mí.
Mis hijos son unas superestrellas y, sin duda, tienen una gran capacidad de recuperación,
La forma en que han afrontado todo lo que se les ha venido encima ha sido realmente brillante.
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