Por Carol Collins
770 días desde esa llamada
602 días desde que terminé de envenenar mi cuerpo.
573 días desde que mis pechos cambiaron para siempre.
Han pasado los días y avanzo pero no avanzo de alguna manera.
Mi increíble compañera de trabajo comenta casi semanalmente lo mucho que le gusta mi pelo, "es tan bonito", dice. Acepto el cumplido bienintencionado porque sólo hace cinco meses que me conoce. No conoce la versión de mí que desearía poder ver en el espejo algunos días. Mis rizos y mis canas después de la quimioterapia no me parecen HERMOSOS. Me recuerdan que nunca volveré a ser la misma. Puedo avanzar, pero no seguir adelante.
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