Por Brady Scheiner
El consentimiento informado en la práctica médica, que no debe confundirse con el consentimiento informado en la actividad sexual, es el proceso por el cual se educa a los pacientes sobre los posibles riesgos y alternativas a una intervención sanitaria antes de que den su consentimiento para recibir dicha intervención. En Estados Unidos, esto se hace para satisfacer las obligaciones legales (y morales) del médico de asegurarse de que el paciente comprende las consecuencias de un procedimiento o intervención. Aunque por lo general se exige que el consentimiento informado se reciba del propio paciente, hay situaciones en las que no sería así. Más concretamente, no se exigirá el consentimiento informado del paciente si éste es incapaz de darlo; un paciente sería incapaz de dar su consentimiento informado si es menor de edad (en cuyo caso lo harían sus tutores legales), si tiene una discapacidad mental grave (en cuyo caso lo haría su apoderado médico) o si está inconsciente. En el caso de que estén inconscientes y vayan a morir sin un tratamiento rápido, la necesidad de consentimiento informado queda totalmente obviada, salvo que se indique lo contrario en su historial médico.
Existe una gran controversia en torno al consentimiento informado. Por ejemplo, si un médico realizara una intervención quirúrgica no relacionada en un paciente que luego descubriera que tiene tejido canceroso, ¿debería estar autorizado, por ley, a hacer lo que considere necesario para extirparlo inmediatamente? Si cree que debería, ¿cambiaría su respuesta sabiendo que esto puede incluir incluso la extirpación del útero o los testículos, impidiendo que el paciente se reproduzca sin darle nunca opciones al respecto? Algunos de ustedes pueden creer que los médicos saben más, por lo que debe hacerse de inmediato, pase lo que pase, pero otros pueden creer que los médicos siempre deben proporcionar información totalmente encapsulada sobre cada propuesta médica, por grande o pequeña que sea. Ahora bien, supongamos que el médico extirpó el tejido; si la determinación de este caso se basa exclusivamente en la doctrina del consentimiento informado, entonces el médico actuó con negligencia porque no informó al paciente sobre los riesgos o las alternativas a la extirpación quirúrgica del cáncer, pero no siempre está tan claro.
Aún hay más discordia en torno a la "norma de atención" que debe seguirse cuando se da el consentimiento informado. La norma siempre pretende beneficiar al paciente; sin embargo, los Estados suelen tener dos enfoques distintos al respecto. El primero es la "norma del paciente", que sostiene que la norma jurídica para determinar los casos de consentimiento informado es lo que un "paciente razonable... esperaría que le dijeran antes de tomar una decisión sobre el tratamiento" (Studdert 104). Por el contrario, el "criterio profesional" sostiene que el criterio jurídico es "el testimonio de expertos médicos sobre los riesgos y alternativas que los médicos transmiten habitualmente" en situaciones análogas (Studdert 105). El conflicto entre estos dos enfoques se refleja en las leyes estatales sobre qué norma debe seguirse. En 25 estados y el Distrito de Columbia, la norma del paciente está codificada en la ley, mientras que la norma profesional se practica en 23 estados (Studdert 105). Los dos estados restantes siguen un híbrido de los dos enfoques (Studdert 105).
Para conocer la norma específica de las leyes de consentimiento informado de su estado, consulte la siguiente figura de "Geographic Variation in Informed Consent Law: Two Standards for Disclosure of Treatment Risks" y busque su estado.
Citas
"Consentimiento informado". Principios de ética médica de la AMA, American Medical
Shah, Parth. "Consentimiento informado". StatPearls [Internet]., U.S. National
Biblioteca de Medicina, 22 de agosto de 2020,
dy.
Studdert, David M., et al. "Geographic Variation in Informed Consent Law:
Dos normas para la divulgación de los riesgos del tratamiento". Journal of
Empirical Legal Studies, vol. 4, nº 1, 2007, pp. 103-124.,