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Encontrar la dosis adecuada: optimizar el tratamiento del cáncer



¿Cómo podemos optimizar las terapias contra el cáncer para asegurarnos de que estamos recibiendo todo el potencial del fármaco sin comprometer significativamente la calidad de vida? En el ámbito del tratamiento del cáncer, encontrar la dosis adecuada es primordial. Se trata de un delicado equilibrio entre administrar la medicación suficiente para combatir eficazmente la enfermedad y minimizar los efectos adversos sobre la salud general del paciente. Profundicemos en los matices de la dosificación en el tratamiento del cáncer y exploremos cómo los pacientes pueden ser sus mejores defensores cuando preguntan por la dosis y cómo los oncólogos manejan este aspecto crucial del tratamiento.


Comprender la selección de dosis

En 2021, Stefanie Groenland y su equipo publicaron "The Right Dose: De la fase I a la práctica clínica", en el que exploraron formas de optimizar la dosis adecuada. Aunque las etiquetas de los medicamentos suelen indicar cuál es la dosis máxima, es posible que no sea la óptima para el paciente concreto, y señalan que la mayoría de los pacientes pueden estar recibiendo dosis excesivas de terapias que provocan un aumento de la toxicidad. Más recientemente, en el artículo 2024, La dosis correcta: Results of a Patient Advocate-Led Survey of Individuals With Metastatic Breast Cancer Regarding Treatment-Related Side Effects and Views About Dosage Assessment to Optimize Quality of Life los investigadores sugieren que

las conversaciones médico-paciente pueden facilitar la identificación de la dosis más favorable para cada paciente, y que la mayoría de los pacientes serían receptivos a esta conversación.


El proceso de determinar la dosis adecuada para el tratamiento del cáncer implica varias consideraciones clave y conversaciones entre el paciente y los médicos. Entre los factores a tener en cuenta se incluyen el tipo y el estadio del cáncer, el estado general de salud y la tolerancia a los medicamentos, los fármacos específicos que se utilizan y los tratamientos o terapias anteriores a los que se haya sometido el paciente. Los oncólogos se basan en una combinación de directrices clínicas, datos de investigación y evaluaciones personalizadas para adaptar la dosis a las necesidades de cada individuo.


Factores que influyen en la dosificación:

  1. Peso corporal y superficie: En muchos casos, los medicamentos se dosifican en función del peso corporal o la superficie del paciente para garantizar una eficacia y seguridad óptimas. Este enfoque ayuda a tener en cuenta las variaciones en el metabolismo y la distribución de los fármacos entre los distintos individuos.

  2. Función renal y hepática: El funcionamiento de órganos vitales como los riñones y el hígado desempeña un papel crucial en la eliminación y el metabolismo de los fármacos. Los oncólogos pueden ajustar las dosis en consecuencia para los pacientes con deterioro de la función orgánica a fin de prevenir la toxicidad o un tratamiento subóptimo.

  3. Factores genéticos: Los avances en farmacogenómica han puesto de relieve el impacto de las variaciones genéticas en la respuesta a los fármacos. Las pruebas genéticas pueden servir para ajustar las dosis o ayudar a identificar a los pacientes con más probabilidades de beneficiarse de determinados medicamentos.

  4. Efectos adversos: La monitorización y el manejo de los efectos secundarios relacionados con el tratamiento son esenciales en la optimización de la dosis. Pueden ser necesarios ajustes si los pacientes experimentan una toxicidad significativa o si las dosis iniciales no son bien toleradas.

  5. Objetivos del tratamiento: Los objetivos previstos del tratamiento del cáncer también influyen en la selección de la dosis. Para la intención curativa, pueden ser apropiadas dosis más altas o terapias combinadas, mientras que los cuidados paliativos se centran en el control de los síntomas y la calidad de vida con dosis potencialmente más bajas.

  6. Historial de efectos secundarios: Comprender cómo se han tolerado otros fármacos y si podemos conocer la experiencia de un paciente en una línea de tratamiento anterior, puede ayudarnos a entender los posibles efectos secundarios en el nuevo fármaco. 

Dosis adaptadas a cada paciente

La medicina personalizada ha revolucionado la atención oncológica al permitir a los oncólogos adaptar los tratamientos a las características únicas de cada paciente. Esto incluye ajustar las dosis en función de marcadores genéticos, biomarcadores que indican la respuesta al tratamiento y un seguimiento continuo de los resultados del paciente. El objetivo es trabajar con la persona para lograr el mejor resultado terapéutico posible minimizando al mismo tiempo el riesgo de efectos adversos. 


La Iniciativa de Dosificación Centrada en el Paciente cuestiona la práctica de tratar a las personas con cáncer de mama metastásico con la dosis más alta posible. Una vez que una paciente experimenta efectos secundarios importantes del tratamiento del cáncer de mama, las pacientes y su equipo médico deben mantener conversaciones sobre la dosis. Tal vez sea posible reducir la dosis o cambiar la frecuencia del tratamiento. Al fin y al cabo, la medicina es tanto una ciencia como un arte. 


A medida que avanzan la investigación y la tecnología, se espera que el panorama de la dosificación del cáncer siga evolucionando. La medicina de precisión, las terapias dirigidas y los métodos innovadores de administración de fármacos son prometedores para perfeccionar la selección de dosis y mejorar los resultados del tratamiento. La colaboración entre oncólogos, investigadores y empresas farmacéuticas sigue siendo crucial para impulsar estos avances y mejorar la atención oncológica en todo el mundo. Encontrar la dosis adecuada en el tratamiento del cáncer requiere un enfoque multidimensional que tenga en cuenta los factores del paciente, los objetivos del tratamiento y los nuevos conocimientos científicos.