(un canto a los desatendidos)
Por William Laferriere
En el corazón de una comunidad olvidada y mal atendida,
el cáncer de mama susurra su cruel canción.
Es un invasor silencioso,
en vidas ya agobiadas por la desigualdad.
En estos rincones olvidados,
donde los recursos son escasos y la esperanza a menudo esquiva,
el impacto es una sinfonía de desesperación, una cantata de pérdida.
Entonces la vemos a ella, una matriarca de fuerte carácter,
sus sueños eclipsados por la sombra de la enfermedad.
Sus días una vez vibrantes y llenos de propósito,
ahora empañada por la desalentadora batalla contra este enemigo invisible.
El peso de sus responsabilidades nunca se aligeró,
sin embargo, su espíritu parpadea como ella resiste
...las tormentas duales del miedo y la incertidumbre.
Hay cierta resistencia,
una cruda belleza en su lucha.
Navega por el laberinto de las disparidades sanitarias, luchando contra las barreras de acceso...
diagnóstico retrasado
tratamientos inaccesibles
retos culturales.
Ella soporta la mayor parte de esta carga injusta,
donde se profundizan las divisiones y los prejuicios sanitarios,
y la supervivencia depende a menudo del azar.
El silencio resonante de los miedos no expresados
reverbera a través de la difícil situación de la minoría.
El estigma y los tabúes culturales ocultan la enfermedad,
relegándola a susurros en voz baja,
inhibir el diálogo abierto sobre la salud y el bienestar.
Constatamos el peso colectivo de estas historias no contadas,
la angustia entretejida en el tejido de vidas desatendidas. Es un tapiz de lucha, donde los estragos del cáncer de mama se filtran en todos los aspectos...
tensiones financieras
trastorno emocional
y sueños rotos.
Sin embargo, en las sombras,
un destello de esperanza perdura.
Son los héroes anónimos, los defensores de la comunidad, las organizaciones de base...
trabajando incansablemente para acortar distancias,
para amplificar las voces silenciadas por la adversidad.
Se esfuerzan por desenredar los nudos de la disparidad,
ofreciendo apoyo y educación,
y un atisbo de posibilidad.
En el corazón de esta penuria,
somos testigos de una fuerza inquebrantable.
A pesar de las probabilidades en su contra,
estas minorías desatendidas,
desafiando a la oscuridad que trata de engullirlos.
Son los héroes anónimos de la resiliencia,
enseñando al mundo el valor en la adversidad,
y arrojar luz sobre las batallas invisibles que se libran cada día.
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