Por Kristen Carter
Querida Kristen,
Realmente estoy luchando con una intensa tristeza y pérdida desde que tuve que despedirme de mi perro de apoyo emocional, Gus. Tenía 13 años y formaba parte de mí, hasta el punto de que necesitaba estar conmigo en cualquier habitación de la casa en la que me encontrara. Gus tenía problemas médicos complejos y yo temía su sufrimiento inminente. Era un hermoso Scottish Terrier y ha estado conmigo durante todo mi viaje con el cáncer de mama. Me proporcionó consuelo cuando sabía que lo necesitaba y ahora me siento completamente perdida sin él. Me cuesta concentrarme y dormir y me invade el dolor y la culpa por mi decisión de sacrificarlo. ¿Qué puedo hacer para superar este doloroso momento y llegar al punto en que pueda pensar en todo el amor y los recuerdos felices que compartimos?
Estimado lector,
Siento mucho la pérdida de su querido perro. Las relaciones con nuestros compañeros animales pueden ser tan ricas y satisfactorias que muchas personas sufren tanto o más cuando mueren mascotas que cuando pierden a un amigo humano o a un familiar.
No es de extrañar: nuestro amor por y de los animales puede ser una de las relaciones más incondicionales, sin prejuicios y relativamente sencillas de nuestra vida. En tu caso, esto se ve agravado por el hecho de que Gus estuvo a tu lado durante una fase intensa y traumática de tu vida.
Tómate el tiempo que necesites para llorar
No hay atajos en lo que respecta al duelo. Permitirse sentir todas las fases duras del proceso -negación, ira, negociación, depresión y aceptación- puede doler mientras suceden, pero al final te permitirán completar este ciclo de curación.
También mencionas sentirte culpable. Pareces una persona muy cariñosa y sensible y apostaría a que pensaste en todas las posibilidades para Gus antes de decidirte por la eutanasia. Probablemente fue lo más amable que pudiste hacer dadas las circunstancias. Así que date permiso para liberarte de la culpa, aunque tengas que hacerlo poco a poco.
Afrontar las reacciones de los demás
No todo el mundo comprende lo profundamente que puede afectarnos la pérdida de una mascota. Algunas personas pueden intentar minimizar la pérdida de Gus, diciendo cosas como: "Sólo era un perro" o "Simplemente adopta otro". Este puede ser incluso su intento equivocado de hacerte sentir mejor. Otros puede que no digan nada, bien porque no entienden cómo te sientes, bien porque intentan seguir negando la perspectiva de perder a su propio animal, bien porque intentan no recordar la muerte de uno anterior.
Intenta que estos encuentros incómodos no te alteren, si es posible. Simplemente sigue adelante o responde con algo como: "Gracias por tu consejo, pero necesito manejar esto a mi manera".
Encontrar personas que SÍ entiendan
Hay gente que sabrá por lo que estás pasando y que puede ofrecerte su apoyo e ideas para curarte. Quizá quieras explorar Internet, por ejemplo Comunidad Max's Healing Hearts en Facebook y Rainbow Bridge Pet Loss centro de apoyo al duelo.
Honrar su memoria
Crea un lugar conmemorativo que puedas visitar tan a menudo como quieras. Puede ser una foto en una estantería, un lugar donde esté enterrado o donde guardes sus cenizas, o algo tan sencillo como una vela que enciendas cada vez que le eches de menos. Habla con él, dile que le quieres, agradécele su amor... cualquier cosa que te haga sentir bien o conectado.
Tómate tu tiempo
El tiempo te ayudará a aliviar la intensidad de tu dolor y (de nuevo) no puedes precipitarte. Puede que algún día te sientas preparada para tener otra mascota, pero mientras tanto, sé amable contigo misma. Algo que podrías hacer antes de lanzarte a tener un animal sería trabajar como voluntaria en un refugio de animales; eso te daría acceso al tipo de amor que sólo los animales pueden dar, sin un compromiso total.
Mientras tanto, concédase compasión y sepa que su capacidad de amar tan profundamente es una fuerza asombrosa.
Le deseo lo mejor en su viaje de curación,
Kristen xo