Por Sara Kandler
El borde dentado aparece a la vista
mientras me acerco
inclinándome hacia atrás mientras mis pies avanzan
a través de la hierba rala
necesita ver
qué pendiente
lo duro
qué traicionero es este farol
rojo oscuro como la carne cruda
sus riscos como dientes
Mi pecho se aprieta
revueltas de estómago
quemaduras de sangre
Un sendero de arena rodea este acantilado
y la mayoría opta por esa vía
aunque en el fondo saben que no va a ninguna parte
ellos no sondeasen
confiar en falsas esperanzas
total resignación
¿Está bien entonces
para abordar este juicio
adelante
y quién soy yo
para intentar
Giro y polea mi peso
sobre el saliente rocoso
con creciente temor
se cierran con tu mirada
entonces arregla el mío recto
piernas extendidas contra esta empalizada
rodillas y codos
rectificado de engranajes
me un carillón oscilante
colgando del viento
puesta de sol detrás
esta cara pura
mina
una mujer araña de mediana edad
imagíname
un superhéroe
Por fin aterriza
mis piernas ceden por la fatiga
en suelo duro
sólida bajo mis pies
respiración ahora constante
un latido normal
Mis dedos entumecidos
empujón flojo
la cuerda de rapel
para enmarcar un poco
el plato vacío del gato en la esquina
cojines fuera de lugar
niños que llegan un poco tarde
y de esta hazaña
cuando me elevé
mientras desciende
el tiempo no deja más que un rastro